Otra vez en Boniches volvemos a encontrar un paraje amable, de fácil acceso y que invita a lael agua baja marrón despues de las lluvias meditación y la melancolía. El río Cabriel aprovechando un desnivel del terreno se divide en dos “brazos”, permitiendo que tres molinos se aprovecharan de la fuerza natural del agua para desarrollar sus funciones.

Manso y tranquilo en verano, torrencial e impetuoso cuando llueve, el Cabriel es siempre digno de ser admirado. Un agradable paseo desde el pueblo apto para todos los públicos.