El río Cabriel se convierte otra vez en protagonista. A su paso por Pajaroncillo, con sus aguas enriquecidas con el río Mayor, en algunas épocas del año resulta hasta navegable para piraguas monoplazas. Paraíso de pescadores, a lo largo de su recorrido nos regala la vista con escenas de incomparable belleza. Su vegetación de ribera de colores cambiantes según la estación del año en la que nos encontremos mezclada con el pinar y primero las rocas rojas ferruginosas para pasar a las calizas talladas por el tiempo convierten el recorrido en un disfrute para la vista.
Numerosas sendas usadas preferentemente por pescadores recorren ambos márgenes del río. Nosotros hemos elegido una sencilla de acceso y de unos paisajes espectaculares incluidos el coloquialmente llamado puente romano, el antiguo molino y minicentral eléctrica después y la presa de la que se abastecía el mismo. Una inscripción en el puente si se busca habla de una construcción llevada a cabo por el Convento Santa Cruz de Carboneras (Dominicos).
Esta ruta tiene el valor añadido de poder tratarse de una antigua calzada romana en su paso del Cabriel a tierras de Villar del Humo.